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Amigos en el SeƱor - entrevista a Rafael Amador S.J.

  • Writer: vocacionescomunica
    vocacionescomunica
  • Apr 10, 2023
  • 11 min read

Updated: Sep 6, 2023


Entrevista a Rafael Amador S.J., jesuita inter-escolar NicaragĆ¼ense, actualmente se encuentra terminando su etapa en filosofĆ­a. La entrevista ha sido ligeramente editada para acoplarse mĆ”s al formato escrito.


ĀæQuĆ© hacĆ­as antes de entrar a la CompaƱƭa de JesĆŗs?

Antes de entrar a la compaƱƭa, yo era estudiante de la carrera de contadurĆ­a pĆŗblica y auditorĆ­a en la Universidad Centroamericana UCA, de Managua. Ya estaba en tercer aƱo, tambiĆ©n ya estaba trabajando en una empresa de publicidad. Entonces, estudiaba por las noches y trabajaba por las maƱanas.



ĀæCĆ³mo fue este ir conociendo a la CompaƱƭa? ĀæQuĆ© te llamaba la atenciĆ³n? ĀæCĆ³mo tocaba tu fe la CompaƱƭa de JesĆŗs?

La religiosidad de mi pueblo es una religiosidad bastante sencilla. Mucho de la ciudad donde yo vengo se resume con lo diocesano. Yo sĆ³lo conocĆ­a el ambiente diocesano.


Yo conocĆ­ a la CompaƱƭa de JesĆŗs cuando lleguĆ© a estudiar a la Universidad, en Managua, y empecĆ© a involucrarme un poquito en los proyectos sociales de la Universidad, sobre todo en el voluntariado. En el voluntariado en concreto conocĆ­ prenovicios, alguno que otro jesuita. Me llamaba la atenciĆ³n su manera de ser, su manera de desenvolverse.


Y fui conociendo a los jesuitas en concreto en las misiones de Semana Santa, que ofrecĆ­a el voluntariado. En la medida en que yo me fui involucrando de a poquito en las actividades de Semana Santa y en los proyectos, fui conociendo a la CompaƱƭa de JesĆŗs un poco desde dentro, desde sus comunidades, desde sus integrantes, desde sus proyectos, e incluso un poquito desde su misiĆ³n.



Ya que conociste a la CompaƱƭa, que estabas en proceso vocacional, ĀæcuĆ”les eran los miedos e inseguridades que tenĆ­as al estar pensando en entrar a la CompaƱƭa?


Cuando yo decidĆ­ empezar un proceso vocacional, fue un poco tras bambalinas. O sea, mi familia no sabĆ­a, simplemente sabĆ­a yo. Mi familia ya tenĆ­a un proyecto para mĆ­, ya me miraba graduado, ya veĆ­an que tenĆ­a un trabajo estable, que me estaba yendo bien. Entonces a futuro la cosa pintaba bien.


Entonces, el hecho de que yo empezara a realizar un proceso alterno de mi vida sin comunicarlo a mi familia, tenĆ­a un poco de temor, un poco de inseguridad. Sin embargo, poquito a poco, a medida que iba avanzando con el proceso, con la oraciĆ³n, con el acompaƱamiento, con discernimiento, y sobre todo con la ayuda de los ejercicios, estas dudas se fueron disipando. Mucho de mis miedos pasaban sobre todo por cambiar todo el plan de vida que ya tenĆ­a, temer la reacciĆ³n que podĆ­a tener mi familia, porque vengo de una familia que es bastante unida. Entonces en ese sentido, el comentario o la visiĆ³n que ellos pudieran tener sobre mĆ­ era bastante importante.


Entonces estas dos cosas se fundamentaban en miedos. Fue tratar de confrontarlas, enfrentarlas, y darles un giro distinto. Una vez aceptada la decisiĆ³n del proceso y llevar un discernimiento vocacional, fue trabajar el cĆ³mo yo me ponĆ­a delante de estas dos cosas, dos cosas importantes, realmente.



ĀæCĆ³mo fue el momento en que tĆŗ dijiste sĆ­, entro a la CompaƱƭa?


Ya tenĆ­a yo casi dos aƱos de llevar un proceso de discernimiento, porque querĆ­a tomar una decisiĆ³n bastante segura. Pero llegĆ³ un momento en donde ya luego de dos aƱos, luego de ejercicios espirituales, de bastante acompaƱamiento espiritual, de ordenar un poco la vida, de ciertas cosas que estaba trabajando, respecto a mis actitudes, tambiĆ©n cosas de crecimiento humano; vi yo la oportunidad entonces de dar el paso.


Pues no sĆ© si fue cosa de Dios, Āæverdad? Pero poquito a poco, las cosas se fueron acomodando de tal manera que yo pudiera tener el tiempo, la disponibilidad, y sobre todo, la opciĆ³n de que aquellas cosas que estaba haciendo podĆ­an quedar en un standby, como en un tiempo momentĆ”neo, en donde podrĆ­a yo tener la certeza de volver, en un determinado tiempo prudente, que me pudiera permitir pensar.


Lo importante era hablar con mi familia, y contarles, sobre todo a mi mamĆ” y a mi abuela la decisiĆ³n que iba a tomar, Āæno? Entonces, la frase, que marcĆ³ esta decisiĆ³n fue: ā€œestĆ”s locoā€. Esa fue la frase que marcĆ³ todo, porque una vez que decidĆ­ marchar al prenoviciado y entrar de lleno con la CompaƱƭa, eso implicaba salir de mi paĆ­s, moverme al Salvador, y luego a Costa Rica.


Entonces, era irme durante nueve meses, dejar todo, e implicaba entonces desapegarme, Āæno? Salir totalmente todo. Mi abuela me dijo ā€œestĆ”s locoā€, y luego mamĆ” me dijo ā€œte apoyoā€. Con esas dos posturas me fui, y ese fue el momento decisivo. Tratar de confiar, de creer, de que esto que yo sentĆ­a en el corazĆ³n, realmente era una invitaciĆ³n concreta, una invitaciĆ³n correcta, una mociĆ³n que necesitaba responder, y lanzarme, Āæno? Confiar bĆ”sicamente en la promesa que Dios me estaba haciendo.



ĀæCuĆ©ntanos en quĆ© lugares has estado y quĆ© has hecho en cada lugar?


Cuando entrĆ© en la CompaƱƭa de JesĆŗs, yo iniciĆ© mi prenoviciado en El Salvador, ahĆ­ estuve un tiempo en una comunidad e iba al centro de pastoral de la universidad. Fue un tiempo bastante corto.


Luego pase a Costa Rica, donde estuve en una comunidad jesuita, parroquial, llamada Lourdes, en San Pedro, Montes de Oca. AhĆ­ estuve siete meses.


Luego pasĆ³ la etapa del noviciado, que la hice en la ciudad de ParamĆ”n. AhĆ­ estuve durante dos aƱos, y mi labor bĆ”sicamente fue trabajar en una comunidad de inserciĆ³n de una parroquia tambiĆ©n llevada por Capuchinos. AhĆ­ trabajamos con jĆ³venes, acompaƱando a las comunidades, y sobre todo en catequesis de formaciĆ³n.


Ya acĆ” en la primera etapa, he tenido un solo apostolado que consiste en trabajar en la parroquia del EspĆ­ritu Santo de la colonia de Cajetes. Es la colonia donde nosotros vivimos actualmente; una comunidad bastante pobre, un barrio bastante marginal.


De igual manera, el recorrido es interesante, porque me ha tocado trabajar en una constante: siempre con grupos juveniles, y apoyando sobre todo a los grupos parroquiales, en su formaciĆ³n.



ĀæCuĆ”l es el distintivo que tiene la pastoral juvenil de la CompaƱƭa de JesĆŗs en una parroquia?


La pastoral juvenil de la CompaƱƭa de JesĆŗs estĆ” marcada sobre todo por la espiritualidad ignaciana, una espiritualidad que trata de ver a Dios en todas las cosas, en todos y en todas. TambiĆ©n una espiritualidad marcada por la libertad, por el amor, por tratar de ver a JesĆŗs tambiĆ©n como un amigo y como alguien cercano.


Esta dimensiĆ³n que hemos aprendido a propĆ³sito de los ejercicios, de ser conscientes de la realidad, de tener a un Dios cercano, un Dios que es amor, pero sobre todo un Dios que nos invita a hacernos cargo de nuestra realidad, de la mano de Dios.


El distintivo que he visto, al menos que yo he sido testigo, es que los jĆ³venes se experimentan muy libres ante un Dios que los escucha, que estĆ” ahĆ­ para atenderlos. Los jĆ³venes intentan descubrir cuĆ”les son sus cualidades o capacidades, las cosas en las que son buenos y desde ahĆ­ tratar de poner su granito de arena.


Algo muy particular es el asunto del cuerpo. La pastoral juvenil, al menos de acĆ” y donde me ha tocado trabajar es como tratar de hacer cuerpo juntos y asĆ­ poder caminar, poder compartir el Evangelio de JesĆŗs y bueno, ir haciendo una comunidad, una comunidad de amigos.



Dentro de tu tiempo en el que has estado en diferentes paĆ­ses, ĀæcuĆ”l es el papel de la universalidad de la CompaƱƭa para el jesuita?


La CompaƱƭa de JesĆŗs es un cuerpo diverso, grande, pero en su diversidad alberga a jesuitas de diferentes paĆ­ses, de diferentes lugares, y mucho de la vida de la CompaƱƭa de JesĆŗs estĆ” marcada precisamente por esto, por lo diverso.


En mi experiencia de la universalidad de la CompaƱƭa de JesĆŗs, lo que me da gusto ver es que tenemos la nociĆ³n de que somos tambiĆ©n un cuerpo, que tenemos una identidad y que tenemos un modo de proceder. Mucho de esto estĆ” marcado precisamente por los ejercicios espirituales, por las constituciones y por el modo de ser CompaƱƭa de JesĆŗs.


Este asunto de la universalidad es palpable porque, al menos en los paƭses donde yo me he movido, nunca me he sentido como el extraƱo, siempre me he sentido recibido, siempre me he sentido como parte de algo.


Ya sea en PanamĆ”, Costa Rica, en El Salvador, Guatemala, o incluso aquĆ­ en MĆ©xico, tengo la sensaciĆ³n de que estoy entre hermanos, de que no estoy entre desconocidos, de que tenemos un piso comĆŗn todos, que es el seguimiento de JesĆŗs. Tenemos una misiĆ³n orientadora, que es la misiĆ³n que la CompaƱƭa de JesĆŗs nos otorga y de la cual todos nos sumamos.


Y esta parte de que somos cuerpo, que todos vamos jalando hacia un rumbo, intentamos poner lo mejor de nosotros para tratar de ser cuerpo, para tratar de ser comunidad, y sobre todo en esta frase, que creo yo que resume la universalidad de la CompaƱƭa de JesĆŗs: tratar de ser ā€œamigos en el SeƱorā€.



ĀæQuĆ© has aprendido de la convivencia con jesuitas? ĀæQuĆ© rasgos comunes tenemos?


De cada jesuita se aprende algo, cada quien tiene algo que aportar desde su cultura, desde su condiciĆ³n, de su manera de entender la espiritualidad, el discernimiento y entender la misiĆ³n. Pero al ser tan diversos, a la larga se termina creando tambiĆ©n una especie de vĆ­nculo muy rico en donde todos nos nutrimos de todos.


Este asunto de cĆ³mo concebimos el seguimiento, de cĆ³mo son nuestros procesos en la CompaƱƭa de JesĆŗs, a la larga nos van nutriendo y nos van ayudando a crecer. Vamos compartiĆ©ndonos en la vida de comunidad, estamos creando un cuerpo tan diverso, tan rico, tan distinto. Cada uno tiene algo que aportar. Vamos creando tambiĆ©n un cuerpo que nos permita convivir y trabajar, y sobre todo aportar a la construcciĆ³n del reino que es lo que tanto queremos, pedimos y deseamos.



ĀæPor quĆ© son importantes los estudios para el jesuita?


Nos encontramos en un mundo informĆ”tico, exigente, y que a la larga tambiĆ©n exige mucha preparaciĆ³n. La CompaƱƭa se ha caracterizado siempre por ser una orden religiosa bastante preparada, y en un mundo que exige preparaciĆ³n, los jesuitas realmente no pueden quedarse atrĆ”s.


Los retos son bastante grandes y por ende la formaciĆ³n y los estudios se vuelven un elemento complementario para poder discernir, para poder dar una respuesta, y sobre todo para poder seguir reflexionando, rezando, orando, pensando y actuando, para los retos que se nos ponen.


Todos los estudios van en funciĆ³n de la misiĆ³n. Todo lo que un jesuita pueda estudiar, todo lo que en jesuita pueda prepararse, lo hace en funciĆ³n de la misiĆ³n en concreto. Entonces los estudios se vuelven parte indispensable precisamente para el jesuita y su misiĆ³n, porque en dependencia de lo que exija la realidad del mundo asĆ­ mismo nos vamos a preparar. Los jesuitas y el estudio no se pueden separar, son parte importantĆ­sima del ser jesuita.


En un mundo acadĆ©mico que exige, los jesuitas y sus estudios tambiĆ©n son bastante exigentes, preparados, pero sobre todo para dar respuestas reales, concretas y a la altura. La formaciĆ³n en la CompaƱƭa de JesĆŗs, asĆ­ como es bastante larga y buena, tambiĆ©n pretende dar una respuesta buena, certera honesta y discernida, que vaya en funciĆ³n del proyecto de JesĆŗs.



Bueno, ya habiendo hecho este recorrido, ĀæquĆ© le dirĆ­as a tu yo que tenĆ­a miedo, o perjuicios para salir de casa y entrar a la CompaƱƭa?


A mi yo de antes de entrar a la CompaƱƭa de JesĆŗs, le dirĆ­a que sacuda un poco sus miedos y que confĆ­e, que confĆ­e en dos cosas: en su corazĆ³n y sobre todo en Dios. En el corazĆ³n porque ahĆ­ va el deseo, Āæno?


El miedo que tenĆ­a en aquel entonces era un deseo que tenĆ­a que saciar, pero que obviamente tenĆ­a aristas familiares y de mi realidad concreta que me lo impedĆ­a, pero tenĆ­a que dar el salto.


Y en Dios porque es un acto de fe, y uno se mueve por fe. A mĆ­ yo de aquel entonces, le dirĆ­a que confĆ­e, que confĆ­e en sĆ­ mismo y que confĆ­e en Dios, porque la promesa de Dios no defrauda, si Dios promete algo es porque se va a cumplir.



ĀæQuĆ© has aprendido de los jesuitas mayores?


Nuestros hermanos mayores en la CompaƱƭa de JesĆŗs realmente son un tesoro. Al menos los que me he tocado conocer y con los que me he tocado convivir, son un elemento fundamental en la vida de un Jesuita para su crecimiento, porque se vuelven el referente, el referente de perseverancia, el referente que precisamente la promesa de Dios se cumple y el referente de que son hombres plenos que dieron su vida totalmente por lo que su corazĆ³n y lo que Dios en el momento les pedĆ­a.


Son hombres totalmente de fe y son hombres que han aprendido a amar, a amar dĆ”ndose, a amar compartiĆ©ndose, a amar un proyecto, a amar la vida en la CompaƱƭa de JesĆŗs. Entonces uno ve a los viejitos y uno dice: ā€œvayas, hombre, dieron todo, no se guardaron nada y al final de su vida estĆ”n contentosā€. Viven recordando lo que hicieron en algĆŗn momento y lo hacen con mucha felicidad. Entonces, uno aprende que dĆ”ndolo todo y no guardĆ”ndose nada a la larga pareciera que podemos ser felices, entregĆ”ndolo.



ĀæPara ti quiĆ©n es JesĆŗs?


Para mĆ­ JesĆŗs es un amigo tambiĆ©n, es como un hermano mayor que me va guiando, que me va jalando las orejas de vez en cuando, que me va diciendo por dĆ³nde tengo que ir. TambiĆ©n es un confidente, como el amigo leal que me puede dar un consejo. Y no me aconseja nada mĆ”s como para cobijarme y protegerme, sino que me aconseja, me guĆ­a, me conduce por el camino recto como dice un salmo.


Sobre todo es un amigo que me escucha. Para mĆ­ es importante la escucha y la escucha que viene de parte de un amigo, lo es mucho mĆ”s. Entonces, JesĆŗs es ese amigo que estĆ” ahĆ­ para escucharme, para acogerme, para guiarme, que siempre estĆ” presente.



ĀæQuĆ© le dirĆ­as a alguien que estĆ” pensando en entrar a la CompaƱƭa y tiene miedo?


A un chavo, a un joven que estĆ© pensando entrar a la CompaƱƭa de JesĆŗs y que todavĆ­a tenga miedo, algĆŗn miedo que pulir para dar el salto, yo le aconsejarĆ­a que le pusiera nombre a sus miedos. Y una vez ya puesto el nombre a sus miedos, que escuche su corazĆ³n, para poder decidir.


Repito, esta es una decisiĆ³n de fe, entonces, que tambiĆ©n esos miedos son los que tiene que poner delante de JesĆŗs, delante de Dios, a quien creemos y queremos seguir. La decisiĆ³n que se va a hacer es un seguimiento a JesĆŗs, realmente, no a la CompaƱƭa.


Entonces al joven que quiera entrar a la CompaƱƭa y todavĆ­a tenga esa duda o miedo: ā€œAnĆ­mate a escuchar a tu corazĆ³n y a JesĆŗs, porque si JesĆŗs te promete algo, pues ten la seguridad de que te escucha y te va a cumplirā€.



ĀæQuĆ© es ser jesuita para ti?


Para mĆ­ el ser jesuita es compartir la vida. Es como imaginarnos en un banquete en donde todos formamos parte de una mesa gigantesca en donde preside JesĆŗs y el pan y el vino lo ponemos nosotros con nuestra vida, y en donde vamos compartiendo todos juntos. El jesuita es alguien que se da y obviamente nos damos a los demĆ”s o una misiĆ³n a un proyecto. Entonces ser jesuita es compartirse: Ser pan que se parte y se comparte.




Ahora sobre el arte. ĀæCĆ³mo vives el arte desde una experiencia de fe?


Algo bueno en la CompaƱƭa de JesĆŗs es que uno puede poner y disponer de las cosas que sabe y ha aprendido para el servicio. En mi caso, soy ebanista, toco la guitarra y a veces trato de cantar un poco.


Y estas cosas que aprendĆ­ me han ayudado mucho para mi misiĆ³n, sobre todo para llegar a jĆ³venes, llegar a personas mayores, aportar y enriquecer a las celebraciones o a cierto momento que me invite a algĆŗn canto, alguna canciĆ³n o algĆŗn detalle. Estas cosas ayudan mucho, precisamente para acercarnos a las personas. El canto y la guitarra son instrumentos misionales bastante fuertes, bastante buenos.


Y el asunto de la madera o la carpinterƭa me permite simplemente reflejar las gracias o los dones que Dios me ha regalado. Esto tambiƩn me ha dado una cierta sensibilidad, cierta manera de ir entendiendo y acercƔndome a las personas de diferentes Ɣmbitos.


Pero todo es gracia al final. Estos dones se me dieron, se me regalaron. PoniĆ©ndolos al servicio permiten precisamente acercarnos, y acercarnos bastante bien a las personas, Ā”y que la misiĆ³n se vaya dando! Dios nos dota de ciertas cualidades y toca ponerlas al servicio. No toca aprovecharlos bien, para poder hacer una buena labor. Entonces ir construyendo reino desde ahĆ­, desde donde se pueda.



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